El piloto argentino Franco Colapinto finalizó en la 17ª posición este domingo en el Gran Premio de Italia, disputado en el histórico circuito de Monza, en una jornada que volvió a mostrar las dificultades del equipo Alpine en la temporada de Fórmula 1.
Colapinto largó desde la misma colocación en la que terminó y, pese a algunos abandonos que se dieron en la competencia, no pudo escalar posiciones. El A525 evidenció nuevamente la falta de ritmo que ha caracterizado al equipo francés a lo largo del año, lo que condicionó el desempeño del argentino durante toda la carrera.
Al finalizar la prueba, Colapinto fue sincero en su análisis: “Fue una carrera muy larga y muy dura. Me sentí muy solo, no teníamos ritmo y no podíamos hacer nada”, reconoció. A la dificultad mecánica se sumó un contratiempo físico, ya que el joven piloto sufrió un calambre durante la competencia, lo que incrementó su desgaste y complicó aún más su rendimiento.
El balance de Alpine tampoco fue positivo, ya que su compañero de equipo, Pierre Gasly, tampoco logró meterse en los puntos, confirmando un presente difícil para la escudería.
Pese a la frustración, Colapinto dejó un mensaje de esperanza pensando en lo que viene: “Sigo sintiéndome más cómodo con el auto, vamos a seguir empujando y trabajando juntos. Ya llegará lo que merecemos”.
El próximo compromiso será el Gran Premio de Azerbaiyán en Bakú, donde Alpine buscará dar un salto de calidad tras reunirse en su sede de Enstone, Inglaterra, con el objetivo de encontrar soluciones y mejorar la competitividad de sus monoplazas.