
En su estreno en el ATP 500 de Tokio, Carlos Alcaraz se vio obligado a pedir atención médica por una molestia en el tobillo en medio del primer set, mientras el partido se suspendía por lluvia. A pesar del imprevisto, pudo recuperarse y derrotó a Sebastián Báez para seguir en carrera.
El partido arrancó con ritmo parejo, hasta que en el quinto juego del primer set, Alcaraz sintió un tirón en el tobillo izquierdo al estirarse para devolver una pelota. Fue un momento de preocupación: cayó al piso y se vio obligado a solicitar un tiempo médico para que le vendaran la zona y evaluaran el estado del pie.
Con el tobillo vendado y evidenciando molestias, el español retomó el juego con cautela. Luego de asegurarse el primer set 6-4, el encuentro sufrió una suspensión por lluvia que duró cerca de 30 minutos, lo que le dio más tiempo para recuperarse. En el reinicio, Alcaraz pareció más suelto y controló el segundo parcial 6-2 para cerrar la victoria.
Datos y rendimiento
El score final fue 6-4, 6-2 a favor de Alcaraz.
El jugador número 1 del mundo mostró su carácter: pese al susto, mantuvo concentración y nivel suficiente para no dar opciones.
Comentó después que tuvo miedo en ese momento inicial, no ocultó que le dolía, pero celebró poder retirarse con victoria.
Su próximo rival será Zizou Bergs, quien se impuso en su partido de apertura.
Qué implica para lo que viene
Este episodio es una advertencia: cualquier molestia física en un torneo puede crecer si no se maneja bien. Pero el hecho de que haya podido sobreponerse y sacar el partido habla de su mentalidad y resiliencia.
Si el tobillo lo deja, podrá gestionar los próximos partidos con cuidado; si no, puede ser una carga. En cualquier caso, el debut dejó claro que Alcaraz está dispuesto a pelear partido tras partido, incluso si el cuerpo lo pone a prueba.