Buenos Aires, 21 de agosto de 2025 – El partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile, disputado en el estadio Libertadores de América, fue suspendido al inicio del segundo tiempo debido a serios incidentes en las tribunas.
El enfrentamiento había comenzado con normalidad, y el marcador estaba 1-1, con ventaja para los visitantes por el gol de visitante tras la ida. Sin embargo, durante el primer tiempo y el entretiempo, un sector de los hinchas chilenos comenzó a lanzar proyectiles hacia la tribuna local, lo que generó una creciente tensión.
Al iniciar el segundo tiempo, la situación se desbordó. Los jugadores se retiraron al vestuario ante la imposibilidad de controlar la violencia, que incluyó el lanzamiento de objetos y enfrentamientos físicos entre hinchas. La violencia también se trasladó a las inmediaciones del estadio, con enfrentamientos entre barras y choques con la policía.
Como consecuencia, la Conmebol decidió cancelar definitivamente el partido. Además, el estadio sufrió importantes daños: baños vandalizados, portones derribados, rejas arrancadas y sectores con vestimentas de hinchas esparcidas, además de indicios de lesiones leves entre algunos espectadores.
Las autoridades y dirigentes de ambos clubes se manifestaron tras los hechos. Mientras el presidente de Universidad de Chile condenó la violencia y pidió garantías para sus hinchas, el presidente de Independiente defendió el operativo de seguridad y responsabilizó a los visitantes por los desmanes.
Este lamentable episodio pone en evidencia la necesidad de reforzar la seguridad en los estadios y garantizar que el fútbol se viva como un espectáculo seguro y de respeto entre las parcialidades.
Fuente: Línea de 4 San Juan