
Franco Colapinto llega al GP de Azerbaiyán con motivaciones renovadas. Bakú representa para él más que una fecha del calendario: es el escenario en el que consiguió sus primeros puntos en la Fórmula 1, el año pasado, al terminar en el octavo puesto. Ese resultado quedó grabado en su memoria y lo usa como punto de apoyo ahora que busca consolidarse con Alpine.
El piloto argentino confesó que, aunque Monza fue una carrera complicada para el equipo, entra a esta fecha “listo” y con buenas sensaciones al volante. La pasada semana viajó hasta Enstone, Inglaterra, donde junto al equipo repasaron los datos, analizaron fallas, y ajustaron detalles técnicos para encarar la exigente pista callejera bakuense.
Colapinto también destacó lo lindo que es competir en Bakú, no solo por su trazado urbano, con zonas estrechas, muros cercanos y largas rectas, sino por el paisaje: la ciudad vieja, las torres de llama, esos elementos que le dan componente visual y técnico al circuito. Reconoció que aquellos primeros puntos logrados el año pasado no solo fueron importantes para el ranking, sino también para la parte mental: “Guardo buenos recuerdos del año pasado… eso siempre ayuda”, dijo.
Finalmente, el argentino dejó claro cuál es su objetivo: aprovechar cualquier oportunidad que aparezca este fin de semana, dado lo cambiante que puede ser Bakú. Admitió que no será fácil, que el reto físico y técnico es grande, pero que hará todo lo posible para extraer lo mejor del auto y conseguir un resultado positivo para Alpine.