
El debate rugbístico más reciente sacude las redes y los medios: ¿es el Rugby Championship más fácil que el Seis Naciones? Algunas voces europeas prestigiosas cuestionan si la emoción y la competitividad del torneo del hemisferio sur pueden superar la historia, la imprevisibilidad y el pedigrí del campeonato del norte.
Qué dicen los que saben
Ugo Monye, ex wing de Inglaterra y de los British & Irish Lions, afirma que aunque el Championship se juega con gran intensidad, sigue siendo más previsible que el torneo europeo:
“Sólo vimos un resultado realmente inesperado: la victoria de Australia sobre Sudáfrica en Johannesburgo. Sí, Argentina le ganó a Nueva Zelanda, pero ya lo había hecho antes.”
También destacó la riqueza cultural e histórica del Seis Naciones, no solo dentro de la cancha sino en la pasión y el legado que lo rodea.Dan Biggar, apertura galés, se inclina por la “magia” de partidos con estadios llenos de tradición como Dublín, Cardiff o Londres. Su mirada resalta que esos días tienen algo especial, algo que el factor historia dota a cada enfrentamiento.
Jim Hamilton, ex jugador escocés, y otros analistas mencionan también que aunque el Rugby Championship tiene altísimo nivel (los equipos del sur cuentan con numerosos títulos mundiales), la estructura del Seis Naciones, la rivalidad histórica, y la imprevisibilidad de resultados lo mantienen como espectáculo único.
¿Dónde queda Los Pumas?
En este debate, Argentina también tiene voz y protagonismo. Su rendimiento en el Rugby Championship le ha dado credibilidad internacional, especialmente tras partidos destacados contra Nueva Zelanda y Sudáfrica. El “nivel del sur” sigue demostrando que no está lejos del de los equipos europeos, aunque para muchos aún persiste la percepción de que el Seis Naciones ofrece algo más que rugby: ofrece espectáculo, folklore, tradición.