
La décima etapa partirá desde el Parque de la Naturaleza Sendaviva y terminará en la imponente subida a Larra-Belagua, tras recorrer cerca de 175 km. Aunque catalogada como una etapa «llana», el tramo final incluye un ascenso de 9.4 km al 6.2 % de pendiente media, finalizando a casi 1.590 metros sobre el nivel del mar. También contempla una meta volante antes de la cumbre y una combinación de ascensos de tercera y primera categoría a lo largo del trazado.
Estrategias en juego y contexto general
El noruego Torstein Træen defenderá el maillot rojo con ventaja, tras mantener el liderato en etapas de montaña previas.
Jonas Vingegaard, quien busca recuperar terreno, aparece como gran protagonista, mientras que su equipo adopta una estrategia más conservadora tras lo exigido en el Tour y el inicio de La Vuelta.
Esta etapa no solo servirá para despuntar diferencias, sino también para detectar quiénes están en mejor forma de cara a las cumbres decisivas que siguen: las llegadas al Angliru, Bola del Mundo y Farrapona se aproximan en el calendario.